La Copa del Mundo de salto en esquí nórdico, uno de los principales eventos deportivos relacionados con la nieve en todo el planeta, tiene un nuevo campeón desde las últimas horas, cuando el austríaco Gregor Schlierenzauer logró imponerse en las pruebas correspondientes en Finlandia, ante la expectativa de una enorme cantidad de personas in situ, sin mencionar a todas las que siguieron el evento por las transmisiones de Internet.
De hecho, incluso cuando faltan cuatro pruebas para que la temporada oficial finalice este año, el campeón logró acabar quinto en la competencia llevada adelante en la ciudad local de Kuopio, con lo que alcanzó una diferencia que ya será imposible de remontar para todos los competidores que venían detrás suyo.
Hay que destacar, de la misma forma, que éste es el segundo título mundial en el palmarés del austriaco, quien lo ganó por primera vez en 2009, y se ha convertido en uno de los grandes candidatos para cualquier otro torneo de la categoría que se lleve a cabo en los próximos años, por derecho propio, como queda claro en este caso.
En concreto, Schlierenzauer saltó 128,5 y 128 metros respectivamente este pasado martes, logrando de ese modo, acumular 1.381 puntos en la clasificación general, lo que para quienes no entienden demasiado del asunto, significa una diferencia que ya se vuelve prácticamente imposible de alcanzar -y a la larga lo sería- para el noruego Anders Barça, que poseía 1.312 puntos.
Por otro lado, el polaco Kamil Stoch se impuso en el evento específico del martes con 268,1 puntos, habiendo alcanzado 135 y 129 metros, por delante de uno de los favoritos, el japonés Daiki Ito; con lo que comienza a cerrarse una de las principales competencias que el esquí ponía a nuestra disposición en esta época del año, con alguna que otra sorpresa, pero mayoría de ganancia esperable.