El mercado nos ofrece una amplia variedad de tablas que van en función del sexo del snowboarder, de sus condiciones físicas, del tipo de terreno sobre el que se vaya a «surfear» y del estilo de Snowobard que se vaya a practicar. A continuación se detallan los tipos de tablas más adecuados a cada estilo.
- Freestyle: Las tablas de esta modalidad tienen los extremos gemelos, es decir, la misma amplitud de nose que de cola. Esta característica ayuda en los desplazamientos hacia atrás.
- Freeride: las tablas tienen unas secciones longitudinales más profundas para poder acelerar los giros y conseguir la estabilidad en los descensos a gran velocidad. Son tablas direccionales que tienen el nose y la cola firmes. La estabilidad y flexibilidad (muy importantes en un estilo que necesita mucha libertad de movimientos), se asientan en el centro de la tabla.
- Freecarve o Alpino: Las tablas para este estilo toman lo mejor de las tablas Freride y las de carrera. Se trata de tablas anchas con el nose y la cola más largas para poder atravesar bien la nieve en polvo.
- Carrera: En este caso, se busca un mayor rendimiento con un mínimo movimiento, por lo que las tablas son finas y largas, con una pequeña nose y una cola inexistente para aumentar el contacto de los cantos con la nieve. Estas tablas son muy adecuadas para zonas heladas y resultan aceptables para ir por pista. La mayoría de ellas son gemelas, a excepción de las tablas de slalom.
Vía: El Pirineo en Internet