Las estaciones de esquí más importantes del mundo se han visto sacudidas este último a;o por la aparición de un nuevo deporte, el que amenaza con desbancar a muchos de los que parecían instalados desde hace décadas. Se trata concretamente del snowscoot, una variante muy interesante de las clásicas bicicletas BMX, las que todos hemos visto en competiciones de piruetas, pero con una tabla de snowboard debajo.
De hecho, este deporte ya se ha establecido como uno de los más populares en sitios como los Alpes, Japón y Norteamérica, y uno de sus secretos no tan secretos, pero que explica su ventaja respecto a otras disciplinas, tiene que ver con lo sencillo que es aprender a utilizarlo, algo que no suele suceder con la mayoría de los deportes de nieve, y que en este caso es permitido mediante su manubrio.
Por ello, el snowscoot puede ser utilizado por niños como por expertos en el manejo de otros instrumentos de deslizamiento en nieve, y los especialistas no dudan en señalar que “lo bueno es que no tienes que ponerte el aparato e intentar pararte o hacer demasiado equilibrio. Aquí sólo te subes y te desplazas afirmándote del manubrio”.
En cuanto a la historia del snowscoot, tampoco podemos dejar de señalar que creado por el francés Franck Petoud, quien a inicios de los ´90 patentó la actividad en los principales centros de nieve del mundo, y desde entonces, hemos podido asistir a campeonatos internacionales en países como Francia y Europa.
Luego, sobre el aparato, debemos saber que cuenta con dos tablas. Por delante va la más corta, que es la que cuenta con el manubrio y permite los cambios de direcciones. Por detrás nos encontramos con la más larga, la que ofrece estabilidad al usuario. Incluso, los pies van ubicados en ésta última, pero es realmente sencillos quitarlos de su lugar si fuera necesario.
