Tal y como os prometí, os dejo la crónica de la salida a Ordino-Arcalís (Vallnord) que hicimos el domingo día 9 de abril. La última subida de la temporada -probablemente- que hemos disfrutado muchísimo.
Nos decidimos por Ordino-Arcalís ya que prometía buenos grosores y buena nieve. Estuvimos a punto de acercarnos a Port-Ainé pero nos daba miedo la vuelta a casa, nos daba pánico pillar retenciones interminables.
El estado de la nieve, muy bueno, a pesar de ser Semana Santa no había mucha gente y hacía un sol que tiraba para atrás a los más atrevidos, aunque hay que decir que nos marchamos nevando.
Llegamos a pistas alrededor de las 10 de la mañana, nos ajustamos los equipos y nos tiramos al barro sin perder un minuto. El primer destino, para calentar un poco, la zona de «L’Estadi», Jonatan llevaba tempo sin calzarse unos esquís y necesitaba adaptarse al nuevo medio. Todo un éxito, a la primera ya bajaba lo que se le ponía al frente, mucho mérito si señor.
Esta zona, a primera hora de la mañana, presentaba un estado visual excelente pero en el momento de encarar las pistas las encontramos durísimas. El frío de la noche y las fresas de las máquinas las habían dejado como piedras, menos mal que andábamos con cantos recién afilados. De todos modos, caté mi primera dosis de nieve y hoy la cadera la tengo de un color morado que me recuerda esa pista cada vez que me siento. Una mala curva la tiene cualquiera.
Poco a poco, nos fuimos quitando las telarañas de las rodillas e íbamos en busca de la cota alta, el «Pic de les Portelles» a 2552 metros. La pista la «Portella del Mig» ofrecía un estado inmejorable, buena nieve, buenos gruesos y unas curvas que invitaban a ir a por todas. Esa pista es genial.No había mucha gente e íbamos enlazando bajadas unas tras otras. El calor hacía estragos en nuestro cuerpo, ni una mísera nube en el cielo. ¡Que calor!
El paisaje estaba espectacular, muy bonito, tal y como han de estar las estaciones. Paisajes nevados y los picos de las montañas parecían estar cubiertos de algodón. Los trayectos en los telesillas eran todo un lujo que nos permitía deleitarnos con los paisajes y con las marcas de las pequeñas aludes que se habían producido durante la semana. Hubiera sido genial haber presenciado las nevadas que habían caído hacía sólo unos días.
Y poco a poco y a pesar nuestro fuimos consumiendo el día. El calor afectaba el estado de la nieve, dejándola muy húmeda en las cotas bajas, aunque en las cotas altas aguantaba sin problemas. La pista de la «Portella del mig» se iba deteriorando poco a poco pero sin embargo, la zona de «L’Estadi», aguantaba sin problemas y ofrecía unas condiciones geniales para el esquí hasta última hora.
Nos decidimos a irnos alrededor de las 16:00h, no sin cierta envidia de la gente que se notaba que todavía iba a disfrutar de un día más de esquí. Enfilamos hacia España con el miedo de lo que nos íbamos a encontrar en la frontera y decidiendo donde íbamos a comer. Todo dependía del tráfico.
Por suerte salíamos sin muchos problemas de Andorra y enfilábamos hacía Puigcerdá. Carlus, Laura, Javi y Estel, nos prometían por teléfono unas brasas y carne que no podíamos rechazar de ninguna de las maneras. ¡Eso no se paga con dinero!
Y así finalizamos un día genial de esquí, en compañía de mi gente, con buena nieve y con el valor añadido de que hasta el año que viene no volveremos a pisar nieve. Una despedida genial.
Lástima que el tráfico de vuelta a casa no acompañara, pero esto ya os lo explicaré más adelante.
Nos gustaría mucho que nos contarais vuestras esquiadas de Semana Santa, como habéis encontrado las pistas, vuestras sensaciones… Lo podéis hacer en los comentarios y si queréis que publiquemos alguna foto o para lo que gustéis, mi mail es el siguiente: daniesqui(arroba)gmail.com.