La Generalitat de Barcelona ha anunciado en las últimas horas que se encuentra totalmente comprometida con la posibilidad de hacerse cargo de la gestión de Boí-Taull, al menos de forma temporal, siempre y cuando la firma que actualmente se desempeña como propietaria de esta emblemática estación de esquí, no pudiera asegurar la apertura de la misma de cara al invierno del la temporada 2012/2013.
La cuestión es que este complejo de deportes extremos de invierno, uno de los más conocidos de Barcelona y sus alrededores, se encuentra en un delicado momento económico, considerando que en las últimas semanas incluso comenzó a participar en un concurso de acreedores voluntarios, aunque por el momento la posibilidad de una gestión pública se encuentra descartada, al menos claro que se haga necesaria en todos sus aspectos.
De hecho, no se puede dejar de lado tampoco que otras estaciones locales, como por ejemplo las de Port Ainé y Espot Esquí, en el Pallars Sobirà, ya son controladas por la Generalitat, luego de haber caído en situaciones financieras de riesgo. Sin embargo, en el caso de Boí-Taull, se intentará estirar la situación lo más posible, siendo esta solución un plan sólo en caso de emergencia ante el posible cierre de la misma en el próximo invierno.
Además, y para demostrar justamente su compromiso asumido en el caso, la Generalitat ya ha planteado esta posibilidad al juzgado mercantil número 5 de Barcelona , que instruye el concurso de acreedores, según confirmó en las últimas horas a la prensa Albert Alins, delegado del Govern en el Alt Pirineu i Aran.
Justamente, este funcionario comentó que “lo primero que hemos hecho ha sido informar al juez de la importancia que tiene esa estación para el desarrollo económico de toda la comarca de la Alta Ribagorça, además de la cara factura que pagaría ese territorio si se cierra la estación”.
