La escasez de nieve de este año nos está arruinando la temporada de esquí. En la mayor parte de los casos, ni siquiera es suficiente la ayuda de los cañones de nieve artificial.
Sería genial que la nieve apareciera por arte de magia, como lo hace este producto, que más bien es un artículo de coña: añades agua a un polímero y este crece 100 veces su tamaño hasta convertirse una pseudo-nieve.
La idea surgió cuando un niño preguntó a su madre cómo podía llegar Santa Claus a una zona en la que no cae un solo copo de nieve (como aquí). Y el resultado es este producto.
Unos 225 gramos de Instant snow producen aproximadamente 8 litros de nieve artificial.
Es un producto no tóxico, pero tampoco recomiendan que te lo comas; y salvando lo caro que sería conseguir lo suficiente para una pista, dudo que sirviese para esquiar. Lo que no
dicen es si Instant snow se enfría solo como resultado de una reacción al agua, o si eso depende de lo fría que el agua esté.
Lo bueno es que este producto no contaminante lo puedes dejar secar y reutilizarlo tantas veces quieras, pero no deja de ser una broma o juguete, que puedes complementar con el Sno-Baller, unas pinzas para hacer bolas de nieve rápidamente.
También podemos apaciguar nuestra sed de nieve comprando un montón de cañones de nieve y gastar un montón de agua y energía en tiempos de sequía, y aún así no se podría acoger a tanto huérfano.
Otra forma de conseguir nieve es bombardear las nubes con yoduro de plata, como estudiaba hacer la presidenta de la Comunidad de Madrid, una técnica israelí para provocar precipitaciones.
Al ritmo que vamos, sólo nos quedará Xanadú, porque no hay ni una sola nube que amenace con dejar nieve, y las temperaturas no es que sean muy bajas.
Hola Ivan, estaría interesada en saber si este producto del que hablas se puede adquirir en España.