Rossignol, un siglo con el esquí

Desde OpenSnow queremos hacer un recorrido por los principales fabricantes y marcas de material para los deportes de invierno. Nunca está de más recordar esas firmas que nos equipan para practicar esquí o snowboard. Una de ellas es la francesa Rossignol. Más de un siglo lleva esta empresa en el mercado, siempre intentando ofrecer lo mejor a sus clientes para que puedan disfrutar de los deportes invernales en las mejores condiciones posibles.

La marca nace en 1907 de la mano de Abel Rossingnol. No imaginaba que su pequeño proyecto iba a tener  tanta proyección internacional con los años. A principios de siglo el mercado mundial vivió una explosión de empresas de todo tipo que buscaban atraer a unos clientes cada vez más pendientes de la moda. En este caso, Abel Rossingnol acudió al sector del esquí para equipar a sus usuarios con ropa y material que permitiese evitar el frío y facilitase, en la medida de lo posible, los movimientos del cuerpo.

Durante los años 50, la marca inició una campaña de expansión aprovechando una mejora en las condiciones económicas tras el drama de la II Guerra Mundial. Los esquíes Rossignol empezaron a tener una gran presencia en el mercado y gozaron de una buena recepción entre los aficionados a este deporte.

Más tarde, en los 70, comenzó su desembarco en el siempre difícil mercado estadounidense y se convirtió en el mayor fabricante del mundo en el ámbito del esquí. Poco a poco, Rossingnol se ha ido convirtiendo en una marca de referencia en los deportes de invierno, introduciendo importantes novedades tecnológicas sin descuidar el aspecto estético tanto de ropa como equipamiento técnico.

En la última década Rossingnol ha vivido algunos sobresaltos como su venta a Quicksilver. El gigante australiano se hizo con la empresa para posteriormente revenderla. Uno de los esquiadores más importantes de las últimas décadas ganó sus títulos deslizándose por la nieve con unos Rossignol. Era Alberto Tomba.