Febrero es el mes de mayor afluencia de turistas amantes de la nieve en Suiza. La novedad de esta temporada son los radares instalados desde diciembre, que controlan la velocidad de los deportistas, multando a los imprudentes, suspendiéndolos de las psitas y prohíbiéndoles skiar.
El aumento de accidentes debido a la velocidad es una de las razones que obligaron a los propietarios de las estaciones a controlar las pistas con radares móviles, como se hace en las carreteras con los automóviles.
La experiencia se ha puesto en marcha en Suiza y los esquiadores que superen los límites marcados en las pistas son castigados con la pérdida de sus abonos y en casos graves, son denunciados a la justicia.
La medida pretende reducir el número de lesionados por accidentes de ski. El proyecto fué impulsado por la principal aseguradora del país (SUVA), que ve cómo los gastos por asistencias en pistas de esquiadores accidentados y los costos por la atención médica no dejan de aumentar.
Los avances tecnológicos en los equipamientos, como skies más anchos y la aparición de nuevas modalidades como el snowboard y el carving, que han contribuido a acelerar los descensos, la cultura de la sensación de velocidad favorecida por el buen estado de las pistas y la tendencia de las nuevas generaciones que gustan que todo vaya más rápido son los principales responsables del aumento de velocidad en los deportes invernales.
La primera estación en aplicar estos controles de velocidad ha sido Andermatt. Se ha dotado de radares móviles a trabajadores del complejo que descienden camuflados por las pistas con el resto de esquiadores y miden la velocidad de los imprudentes.
La medida está siendo ahora aplicada en otras estaciones suizas como Davos, Crans-Montana, Zermatt, y San Moritz que han instalado radares fijos en algunas zonas de debutantes, donde la velocidad ha sido limitada.
Otra de las causas de los accidentes, es el incremento de esquiadores en las pistas, lo que aumenta los riesgos de avalanchas y colisiones.
