Una de las principales estaciones de esquí del territorio español, como lo es la de Candanchú, deberá resolver sus varios problemas económicos y organizativos en las próximas semanas, luego de que los mismos alcaldes del valle del Aragón, en el Pirineo oscense, hayan remarcado la importancia de que la sociedad que gestiona la estación, resuelvan la situación tan complicada que se está viviendo.
En este sentido, los alcaldes de Canfranc, Villanúa, Castiello de Jaca y Borau han expresado su postura común y consensuada de apoyo y defensa a la estación de esquí de Candanchú, como así también a cada uno de los trabajadores, y a todas las personas cuyos ingresos económicos depende, de forma directa o indirecta, de este sitio turístico, hasta que las circunstancias que mantienen en vilo el comienzo de la próxima temporada de invierno, desaparezcan.
De hecho, en una reciente ceremonia en la que el mismo alcalde de Villanúa, Luis Terrén, se ha encargado de dar lectura a la declaración conjunta de los ayuntamientos del valle del Aragón en forma de manifiesto, la mayoría de las partes involucradas ha manifestado su intención de llegar a un acuerdo en las próximas semanas, para habilitar la estación de esquí a la llegada de público de forma totalmente normal.
Por otro lado, los ediles han solicitado además al Gobierno de Aragón que declare de interés general la unión de las estaciones de Astún, Candanchú y Formigal, lo que permitirá manejar las tres de un modo totalmente distinto, disminuyéndose las pérdidas económicas que presentan hasta el momento, y evitando entonces que su funcionamiento en los siguientes meses, de temporada alta, se ponga en riesgo.
Incluso, ellos mismos han solicitado responsabilidad a las dos partes y han anunciado movilizaciones si a final de este mes de septiembre no se ha dado con la fórmula que garantice su apertura en los próximos meses, lo que podría provocar la pérdida de una importante cantidad de dinero, nada despreciable en época de vacas flacas, como la actual.
