Ahora que por fin podemos esquiar en condiciones decentes (toco madera) debemos tener cuidado con las lesiones. El 80% de las lesiones en deportes de invierno podrían evitase teniendo una buena condición física.
No podemos pretender estar sentados todo el año y de golpe someter a nuestro cuerpo a un intenso día de esquí. Conviene entrenar por lo menos un mes antes de esquiar, atendiendo especialmente a muñecas, rodillas y clavículas.
Si eres fumador, también será mejor que hagas ejercicios aeróbicos unos días antes. En la montaña hay menor densidad de oxígeno, y si fumas un paquete al día, seguro que en cuanto te subas un par de cuestas te falta el aire. De paso, podría ser un buen momento para dejar de fumar.
Por último, antes de esquiar tampoco debemos pasar por alto el calentamiento. Es temprano, acabas de salir del coche, hace frío y estás agarrotado. Más vale que calientes como es debido: una carrerita suave, estiras, pones a tono las articulaciones… así evitas que una lesión te arruine la temporada de esquí que tanto llevas esperando.