Muchos esquiadores y sobre todo los que se inician en este deporte, no le dan mucha importancia a la protección solar. Primero porque piensan que están en invierno, si es cierto, pero el bronceador no es sólo para la playa. En los centros de esquí, se requiere mayor cuidado de la piel, de la cara, labios y orejas que quedan desprotegidos durante el día.
Y si el día está nublado, los rayos ultravioletas pasan por las nubes y queman más que en día despejado.
A tener en cuenta si estás por disfrutar de los últimos días de nieve:
- Utilizar cremas protectoras. Elegir una protección elevada y quienes tengan un fototipo sensible por piel blanca, evite permanecer en la nieve en los horarios del mediodía.
- Lápices labiales. Los labios son muy sensibles y suelen quemarse cuando practica esquí. El viento y el sol lo dañarán en pocos minutos. Asegúrese de tener a mano un protector y en algunas paradas, dedique unos segundos a proteger esta zona.
- Anteojos de sol. Infaltable si piensa deslizarse por las pistas, además las gafas lo protegerán de la nieve y el viento.
- No ingerir edulcorantes. Estos productos son fotosensibilizantes y hacen la piel más débil ante la presencia del sol.
