Hoy iniciamos una serie de artículos sobre los grandes esquiadores de todos los tiempos. Y que mejor forma de empezar que con el gran Marc Girardelli, un todoterreno de la nieve que fue capaz de dominar numerosas disciplinas a lo largo de su carrera. Girardelli, nacido en 1963 en Austria, pero luxemburgués de nacionalidad, comenzó su carrera deportiva a finales de los 70’ llegando a competir hasta principios de los años 90.
Durante esas décadas Girardelli llegó a ser toda una referencia del esquí con numerosas victorias y un palmarés envidiable. Su primer gran triunfo llegaría en la temporada 84-85 logrando hacerse con la clasificación general de la Copa del Mundo. En el 85 ya fue plata en eslalon en el Campeonato Mundial de esquí alpino. Su primera participación en los Juegos Olímpicos sería en Calgary 88’. Cuatro años más tarde, en Albertville, ganaría dos medallas de plata en eslalon gigante y en súper gigante.
Tal vez los Juegos Olímpicos sea su gran frustración ya que en sus participaciones no llegó a ganar una medalla de oro. Sin embargo, ostenta un record difícil de igualar. Y es que Girardelli es el único esquiador de la historia que ha ganado cinco veces la Copa del Mundo. Además tiene en su palmarés cuatro medallas de oro en el Campeonato del Mundo, tres en combinada y una en eslalon lo que demuestra la tremenda versatilidad del luxemburgués con los esquíes.
Uno de los puntos negros de Girardelli se dio en 1990 cuando una caída estuvo cerca de dejarle parapléjico. Se recuperaría afortundamente de aquel tropiezo, y todavía en la temporada 92-93 se llevaría la clasificación general de la Copa del Mundo. Tres años más tarde diría adiós su carrera profesional tras muchos años en la élite dejando tras de sí una luminosa estela de éxitos. Girardellí, es sin duda, uno de los nuestros.
