Cuidado con las lesiones

El inicio real de temporada (el de verdad no el que siempre prometen y casi nunca se cumple) está al llegar y con ella una de las épocas mas críticas para los esquiadores en lo que a lesiones se refiere. Tened en cuenta que de una buena o mala preparación física depende que tengamos una temporada de lo más fructífera y divertida o un fracaso lleno de frustraciones.

¿Exagero?… No creo que a nadie le guste «romperse» en su primer fin de semana «blanco» y perderse toda la temporada. Más aún cuando la reducción de riesgos está única y exclusivamente en nuestras manos.

Yo fui novato y me lo he pasado en grande siéndolo pero reconozco que he sido extremadamente imprudente. Levantarse a las 05:00h, llegar a pistas (con el consiguiente entumecimiento de músculos que provocan 3 ó 4 horas de coche), calzarse el «hardware» y ajustarse el «software» y empezar a esquiar a las 09:00h de la mañana sin realizar ni un mísero estiramiento es de lo más temerario que existe. Además os aseguro que es muy común.

El esquí requiere que adoptemos posturas poco «naturales» de forma bastante continuada por lo que nuestras extremidades inferiores han de estar preparadas ante semejante esfuerzo, sobretodo las rodillas.

Entre 4 ó 6 semanas (mínimo) antes de una salida a la nieve empieza a trabajar con tus piernas. No hace falta que os apuntéis a un gimnasio, no hace falta.

  • Empieza a correr durante 15 ó 20 minutos diarios o desempolva la bici estática del trastero (y si no es estática mejor)
  • Sube escaleras. Olvídate durante un tiempo del ascensor.
  • Haz estiramientos todos los días. Enfatiza en las piernas pero no descuides la parte superior de tu cuerpo.
  • Continúa con estos ejercicios durante la temporada. Baja el ritmo, no hace falta que te machaques, pero nota la evolución.

Una vez en pistas:

  • Tomate tu tiempo para estirar. Calienta bien los músculos antes de encarar la primera bajada.
  • Elige una pista larga acorde con tu nivel y bájala un par de veces seguidas. Haz movimientos amplios, flexiona, estira y no fuerces. Lo importante es calentar.

Ya estás listo para una jornada de esquí todo lo larga que quieras. No creo que sea una penitencia demasiado grande y te garantizará una evolución constante en tu nivel de esquí a parte de mantenerte a salvo de lesiones.

El riesgo siempre está ahí y una mala caída o un mal gesto lo tiene cualquiera pero si mantienes tus músculos y articulaciones bien tonificadas siempre serás más resistente a las desgracias.

Las lesiones más comunes entre los esquiadores son las de rodilla, sobretodo las de ligamento lateral izquierdo y las de ligamento cruzado anterior, esta última con un proceso de rehabilitación muy largo. Entre los snowboarders las lesiones más típicas son las de rotura de muñeca, esguinces de tobillo, lumbares y rodilla así como traumatismos varios provocados por caídas y colisiones.

Recuerda que una buena forma física te ayudará siempre a disfrutar más de la nieve ya que te guardarás de lesiones y progresarás mucho más rápido y mejor.

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