De viaje a Filandia (II)

Continuación del capítulo anterior:

rom.jpgPero con las motos de nieve y los coches sobre hielo no se acaba el abanico de actividades y ocio invernales que Finlandia nos ofrece. Podemos hacer un crucero en un rompehielos y nadar entre icebergs con unos trajes térmico-impermeables especiales. Los finlandeses también son muy aficionados a la pesca en aguas heladas, aunque si ves a alguien haciendo un agujero en el hielo de un lago, tal vez sea sólo para darse un baño en las gélidas aguas para después meterse en una sauna, otra tradición de esta gente que cuenta con más de 120.000 (valientes) practicantes.

Dejando de lado los deportes de invierno, Finlandia aún nos puede ofrecer más opciones para el turismo y ocio relacionados con la nieve y el hielo, como son los singulares alojamientos de los que podemos disfrutar. Entre finales de diciembre y enero es la época que más frío hace, y es entonces cuando los finlandeses hacen gala de su sensibilidad artística, regalándonos esculturas de hielo, hoteles y capillas «helados», alojamientos en iglús, y mi preferido, el impresionante castillo de nieve de Kemi. Para todas estas construcciones y creaciones es imprescindible una temperatura inferior a -10ºC, y durante estos dos meses, los escultores y arquitectos finlandeses trabajan a destajo para poder ofrecernos semejante despliegue de arte efímero.

Pero Finlandia no es todo nieve. Un país con un nivel de vida muy alto, con grandes y buenas infraestructuras, preciosas ciudades culturalmente interesantes, balnearios y ocio terapéutico y buena gastronomía, con influencias de la cocina rusa y de la francesa. Y verde, verde por los cuatro costados, con multitud de paisajes únicos y actividades al aire libre; y a la vez teñido con el azul de los lagos y del Mar Báltico, con una gran tradición naval; y el blanco del hielo de las regiones polares y la nieve predominante en invierno.

Pero Finlandia no tiene un clima tan hostil como se piensa. Tiene cuatro estaciones bien definidas, con inviernos fríos y con suaves veranos. Si te asusta el frío, puedes visitar a los finlandeses en verano y disfrutar de la vela y demás deportes acuáticos, pero aunque en ocasiones llegan hasta los 30ºC, cuidado porque el agua estará fresca.

Hablando de los finlandeses… bueno, según se definen, son tímidos y moderados en un primer contacto, pero que se abren con el trato. Valoran las buenas maneras, el respeto, la amistad y la honestidad, y son tranquilos y hospitalarios. El idioma, el finés, es bastante complicado, o eso me parece. La web de la Oficina de Turismo de Finlandia te ofrece una lista con las palabras básicas en finés, pero tengo que admitir que al llegar a la cuarta palabra, «henkilöllisyystodistus» (carnet de indentidad), me desanimé bastante. De todas formas, en Finlandia prácticamente todo el mundo habla inglés, y el castellano ha pegado un boom en el país, por lo que ya no es raro que te encuentres a un finlandés hispanoparlante, y una gran cantidad de webs están traducidas a nuestro idioma. Como miembro de la Unión Europea, la moneda oficial de Finlandia es el Euro, y puedes llevarte tu cepillo de dientes eléctrico de viaje, pues usan el mismo tipo de enchufe y tensión de la red eléctrica que aquí.

Resumiendo, Finlandia es un destino turístico fantástico, con una gran oferta ocio-cultural y con unos paisajes únicos. Nunca se sabe a dónde le llevan a uno sus propios pasos, pero algún día espero visitar este país. A continuación os dejo algunos enlaces de interés:

Fotos: Visitafinlandia.com.

Scroll al inicio